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Me llevó un tiempo dibujarlo, y me dediqué a documentarme tan profusamente como pudiera, sabiendo que los aficionados a Chandler y sus mundos de ficción eran muy puntillosos. Me sentí inmensamente orgulloso del resultado final y estaba deseando verlo impreso. Desgraciadamente, el mercado del cómic americano pasaba por uno de sus periodos habituales de depresión en 1994, así que su publicación se retrasó… durante mucho tiempo. Finalmente vio la luz en 2004 en Marlowe: La novela gráfica (Marlowe: The Graphic Novel).
Me desagradó mucho ver que un trabajo al que había dedicado tantas horas desterrado al limbo, así que durante el largo periodo entre su concepción y eventual nacimiento, utilicé la oportunidad que me daba una celebración dedicada al arte del cómic que tuvo lugar en Brighton hace diez años para convertir el arte de El lápiz en una representación.
En el escenario, Doug Devaney—un excelente actor y dramaturgo conocido mío—leía una versión editada de la historia original de Chandler mientras una serie de enormes viñetas no rotuladas del cómic basado en esa historia se proyectaban en la pared detrás de él. La representación estaba aún más realzada por el talento musical del saxofonista de jazz y compositor Geoff Hearn, que creó y tocaba música de jazz al estilo de los 50 durante unas pausas regulares en la lectura. Incluso compuso un tema especial de Marlowe para abrir y cerrar la representación.
El evento tuvo tanto éxito que se repitió en varios locales a lo largo del país. No sacamos mucho dinero con él, pero fue muy divertido hacerlo. —DAVID LLOYD